"[...] desde el 2013, prohíbe la experimentación con animales para productos cosméticos, así como la importación de productos que hayan sido testados con animales, y tiene una Directiva (la 2010/63/EU, llamada de las 3Rs) que plantea “reemplazar, reducir y refinar” el uso de animales para propósitos científicos.
Así que, mientras que la UE tiene el bienestar animal como principio fundamental a respetar (Tratado de Lisboa de la Unión Europea, 2009), la legislación federal norteamericana es mucho más pobre que la europea: sólo existe una regulación federal que incluye algo de protección para el sacrificio, centrada en el “producto final”; salvo en algunos Estados, no prohíbe el confinamiento extremo; apoya, junto con sus multinacionales, el uso de transgénicos para consumo humano y animal; acepta el clonado de animales para consumo humano; acepta la experimentación animal para productos de cosmética y limpieza; no incluye en su Ley de Bienestar Animal a los pájaros, peces, ratas y ratones, que son las especies más frecuentemente utilizadas en laboratorios... ¡Y su legislación para el transporte de animales es de 1873!"
El TTIP, un peligro para los animales
http://www.eldiario.es/caballodenietzsche/TTIP-peligro-animales_6_345125507.html